Godzilla (1998), y el monstruo más real que he visto

Opiniones, Reseñas By Jul 23, 2020 No Comments

¡Buen día, amigos! Espero la estén pasando bien, porque hoy vamos a hablar de una de esas historias que es una exquisitez para mí. Así es, vamos a hablar de Godzilla, pero su versión de 1998, esa en donde aparece un joven y delgado Matthew Broderick y un adulto medianamente avejentado, pero bien cuidado, Jean Reno.

Será algo corto, espero, y sencillo. Espero que les guste, y ya saben, compartan con sus amigos para que visiten y apoyen este pequeño, pero humilde espacio.

Así que, en palabras del vago de la esquina: «No estoy tan enamorado de mis propias opiniones que ignore lo que los demás pueden pensar acerca de ellas.»

Sinopsis

Diferentes reportes y avistamientos de una criatura extraña alrededor del mundo, tiene desconcertados a los científicos y al gobierno estadounidense al ver que dicha criatura ha llegado a Manhattan, donde comienza a causar destrucción y muertes. En una especie de carrera a contrarreloj, intentan saber de qué criatura se trata y cómo pueden destruirla o detenerla, mientras, a duras penas, logran mantener entera a la ciudad y a sus habitantes, quienes no saben ni por cerca lo que vive, come y cría a sus alrededores.

Un Vistazo al Pasado

Creo que tenía como ocho o nueve años cuando vi ésta película, y ya tenía algo así como seis años de haberse estrenado, ha llovido mucho desde entonces. Recuerdo que la vimos con mi familia en «Noche de Gala» por Canal 5, El Líder. En ese entonces, mi mente no conocía muchas cosas sobre la ficción, no sabía nada más que aquello que me contaba mi padre y mi profesora en la escuela, y vaya que era un niño muy preguntón, sin embargo, no preguntaba sobre lo que no sabía, sino sobre lo que me causaba curiosidad, por lo tanto, la vez que vi esa especie de dinosaurio combinado con una persona y una iguana, quedé asombrado y fascinado.

No era solo el hecho de que me lo creí, no lo sé, en ese entonces me creía todo lo que miraba en la tele, me dejaba embargar por la realidad que me estaban presentando y vivía el sueño, algo de lo que Melies estaría orgulloso; sino que quería saber más, quería conocer más, entender más, y me dejé arrastrar por la película y la viví al modo en que lo hizo el protagonista, Nick (Broderick), quien no solo miraba a una criatura que podría representar un problema, sino que miraba un objeto de estudio fascinante, y yo, con ocho años, quería comprender cómo aquella criatura existía y por qué, y muchos años después, todavía sigo en las mismas preguntas.

Aun así, aun con lo que me causó, debo decir que disfruté la película, me gustó, no dejaba de pensar en lo que había visto, para mí, toda la película era memorable. Ese primer vistazo cuando un señor está pescando y de pronto le jalan su caña de pescar y ve cómo aquella criatura se acerca a él y destruye el muelle. O esa escena en donde Animal (Hank Azaria) lo graba de frente y casi es aplastado, quedando en medio de los dedos de Godzilla. O bien esa escena final en donde queda atrapado en el Puente de Brooklyn por ir siguiendo a Nick y compañía y llegan los F18 y le disparan, matándolo. Para mí, era una experiencia nunca antes vista. El niño de 8 años que vio esa cinta, quedó impactado, me lo creí.

De esa manera guardé en mi corazón esa película, lo siento si soy cursi, pero así es. No volví a verla completa desde entonces, salvo contadas excepciones en donde la encontraba en la tele y me quedaba viéndola ya comenzada, pero sentía que algo era diferente, ya saben, eso de que el pasado sabe mejor en tus recuerdos que en la realidad, pura percepción nada más. Y así me sucedió con esa cinta, había algo que no cuadraba, y no fue hasta hace unos días que no entendía por qué.

De Cara Al Presente

1

Habiendo visto muchas películas sobre Godzila, visto casi todas sus versiones y jugado alguno que otro videojuego sobre la criatura, la versión de aquella iguana antropomórfica aun seguía en mi mente, pero como algo nostálgico. Vamos, entendía que había mejores películas sobre la criatura, hasta Hideaki Anno, autor de Evangelion, hizo su propia versión del kaiju; pero en mi mente guardaba con respeto aquella película de 1998. No entendía qué era, pero sabía que había algo, así como sabía por qué en mi mente algo me decía si esta era la película que yo recordaba, y es aquí en donde las cosas comienzan a tomar un sentido distinto.

Hace dos días, cuando la vi por completo después de tanto tiempo, me fijé que compartía ciertos aspectos con otra película muy conocida por todos, y esa es: Día de Independencia, la que es con Will Smith en donde tienen que evitar con unos extraterrestres colonicen la tierra. No solo eran sus personajes, que me parecían un tanto paralelos con aquel clásico palomitero o pochoclero, sino su ambiente y cómo se iba construyendo poco a poco el escenario para un fin global, uno que podría llegar siempre, pero no tan pronto, de forma abrupta, pero al fin y al cabo, el final. También lo era la criatura, que esta vez ya no eran extraterrestres, sino un lagarto gigante, casi como un edificio, capaz de destruir ciudades.

Y no comprendía por qué encontraba tantas similitudes hasta que me di cuenta que el director de esta película no era nada más y nada menos que Roland Emmerich, el mismo que había dirigido Día de Independencia y quien también dirigió El día después de mañana, y entonces entendí porqué tanta similitud. Pero seguía sin entender por qué le guardaba respeto a esta versión de la criatura. Y cuando apareció en pantalla y se dejó mostrar y la perseguimos y la matamos, entendí que el respeto se debía a que esta versión de Godzilla no era más que la representación de la humanidad destruyendo nuevamente a la tierra.

Así como lo leen. No estoy al tanto de cómo ha sido representado en otras versiones, pueden comentar abajo y decirme que estoy equivocado, los leo. Pero nunca vi tan bien representada a una criatura como la vi acá. Y no es porque Godzilla fuera un gran monstruo que ocupa un gran espacio en pantalla, sino porque, con pequeños momentos en pantalla, a pesar de lo grande que es, podemos ver esa «personalidad» de la que gozan los animales que habitan la tierra. Y mediante esa personalidad, puedo decir que Godzilla era una criatura intentando sobrevivir en el mundo hostil que habitan los humanos. No es de extrañar que la jungla sea representada por rascacielos, los árboles sobre los que se mueve esta sociedad, un lugar al cual no pertenece ningún animal.

2

No es de extrañar que la criatura respondiera con destrucción y muerte cuando se sentía acorralada, porque es lo que hacen los animales en la naturaleza cuando el hombre los intenta matar. No es de extrañar que defienda a sus crías como lo hacen los reptiles, porque es uno, Godzilla es, en esta versión, el resultado de las pruebas nucleares. Es, diametralmente, el resultado de lo que el hombre le hace a la tierra, y lo que le hagamos a la tierra, ella nos lo devolverá el doble, si no me creen, miren los desastres crudos que hemos tenido en los últimos años, entre más preparados estamos, más nos damos cuenta que la naturaleza sigue llevando las de ganar en ese sentido. Y Godzilla llevaba las de ganar.

Mi personaje favorito del filme, después de Godzilla, sin duda es Nick, cuyo apellido no mencionaré, porque se echa de ver que, a pesar de su amabilidad, es un tipo que sabe lo suyo y sabe mucho más que los demás, pero intenta no hacer algo al respecto para conocer más. Es como un Einstein muy romantizado, en donde el conocimiento prevalece más por sobre las intenciones. El tipo sabía lo que Godzilla planeaba, lo sabía muy bien, que le hicieran caso, era otro cuento, pero él lo sabía, y cuando deciden darle de baja, se van sin rechistar, porque sabe que ya no tiene nada que ver en eso, aunque el futuro de la humanidad esté en juego. Quizás por eso decide continuar buscando a la criatura cuando los franceses lo interceptan, porque quería conocer más sobre el animal.

Es más, cuando lo atraen con comida, en vez de correr, en vez de hacer algo que haría un mortal, le saca una fotografía, porque ve en la criatura un objeto de estudio, aun sabiendo lo letal y peligrosa que era. Es un personaje muy humano, tiene sus errores, sí, pero se deja querer, en lo personal, sentí afecto por el personaje, porque es notable que no quería matar a la criatura, sino, díganme por qué hacia el final, cuando la criatura yace en el suelo, se quedan mirando el uno al otro como dándose un adiós.

Nick comprendía que Godzilla no tenía la culpa de haber venido de esa manera a este mundo. Godzilla sabía que, a pesar de todo, había uno solo que lo comprendía. Cada uno es la fiel representación de su especie, la razón principal por la que sentía que este filme era diferente a los demás, y sí, ya sé que por su presentación y todo lo demás, como dije, cine palomitero, los críticos le dieron una calificación baja, pueden ir a corroborar ustedes, sin embargo, sus intenciones siguen ahí.

3

Godzilla 1998 me parece una hermosa película solo por esa criatura tan real, aunque ficticia, que nos mostraron, porque, a pesar de lo que me digan de las demás, nunca había entendido tanto a un animal como lo hice con Zilla, que fue el nombre que los japoneses le dieron a esta versión por ser muy distinta al original. Y es que, lejos de sus otras versiones, que solo sale a atacar y destruir ciudades, o defender a la humanidad, o quizás a sí mismo, de otras criaturas; Zilla me parece más interesante porque logramos verlo más como un animal que como un monstruo, haciendo que los verdaderos monstruos seamos los humanos y no, valga la redundancia, el monstruo de la película.

Creo que por eso mis recuerdos sobre la cinta no cuajaban, porque mi yo de 8 años se dejó llevar más por lo fascinante que era la criatura que por aquello que intentaba decirnos la película. Y sí, entiendo, tenía 8 años, pero, aun así, la duda persistía en mi cabeza, una duda que ha tardado muchos años en disiparse. Ahora bien, comprendo que la película tuviera ese tono porque viene de Emmerich, alguien que se ha especializado en Cine Catástrofe, donde la humanidad siempre se ve amenazada por algo que la extinguirá, pero, distinto a lo demás, considero que Godzilla, o Zilla, ocupa un puesto especial por todo lo anterior dicho.

De Cara Al Futuro

Luego vendrían reescrituras del personaje y nuevos cambios, retornos a lo clásico y agregados que lo harían el kaiju más querido de todos los tiempos, aun seguimos esperando esa lucha entre Godzilla y King Kong, oh, sí, ni crean que lo hemos olvidado. Pero, pero… Zilla seguirá siendo importante, pienso yo, porque nos dejó ver que el monstruo de la película no necesariamente quiere destruir porque sí (quizás estoy equivocado, ya lo dije, no me lleven a la hoguera), sino que, tal vez, fueron nuestros actos los que nos obligaron a que respondiera de esa forma, como cuando alguien es atacado por un tigre o un león, es su instinto, y quizás hemos comprendido mal eso de que por estar en la cima de la cadena alimenticia, todo nos pertenece.

Tiene sus errores, sí, los tiene. Y luego vendría una serie muy parecida a lo que ya estamos acostumbrados a ver, algún día hablaré de ella. Aun así, de mi corazón no la saca nadie, pero, siendo objetivos, la película es amena y disfrutable, rescatable por su humanidad, con todo lo que conlleva, y aun así, tiene muchos errores.

Puntuación: 6/10

Dos puntos para Broderick, cuatro puntos para Godzilla. Los demás, no valen la pena.

Y eso es todo por ahora. Quizás algún día escriba sobre algún monstruo, y quizás vuelva aquí y retome mis opiniones para escribir lo que deseo, tal vez esta película me ayude. Ustedes podrían leerlo también, sin embargo, es todo lo que puedo decir. Realmente espero que les haya gustado y que, la próxima vez que la vean o vean alguna película de este tipo, piensen en estas cosas y consideren qué es lo que están viendo.

En palabras del vago de la esquina, como un hasta luego: «No estoy tan enamorado de mis propias opiniones que ignore lo que los demás pueden pensar acerca de ellas.»

Author