¡Hola, amigos! Espero que la estén pasando de maravilla y que hayan invertido el tiempo a crecer de todas las maneras posibles. El día de hoy les traigo una recomendación y reseña a la vez, de un libro un tanto extraño, pero interesante: De qué hablo cuando hablo de correr, de uno de los mejores escritores japoneses contemporáneos: Haruki Murakami.
Como siempre, compartan con sus amigos para que más personas conozcan este espacio y sigamos enriqueciéndonos con más contigo.
Y cómo suele decir mi buen amigo, el vago de la esquina: «No importa si no vivo mucho, pero mientras viva, quiero que al menos esa vida sea plena». Comencemos.
Sinopsis
En 1982, tras dejar el local de jazz que regentaba y decidir que, en adelante, se dedicaría exclusivamente a escribir, Haruki Murakami comenzó también a correr. Al año siguiente cubriría en solitario el trayecto que separa Atenas de Maratón, su bautizo en esta carrera clásica. Ahora, ya con numerosos libros publicados con gran éxito en todo el mundo, y después de participar en muchas carreras de largas distancias en diferentes ciudades y parajes, Murakami reflexiona sobre la influencia que este deporte ha ejercido en su vida y en su obra.
Sobre El Autor
Nacido en Kioto, Japón, en 1949, es uno de los autores japoneses más leídos y admirados en todo el mundo. Ha recibido prestigiosos premios como el Noma, el Tanizaki, el Yomiuri y el Franz Kafka, y ha sido distinguido con la Orden de las Artes y las Letras por el Gobierno español y con el Premi Internacional Catalunya 2011. Además de este relato autobiográfico De qué hablo cuando hablo de correr, ha publicado obras de gran reconocimiento mundial, entre ellas: Tokio Blues, Crónica del pájaro que da cuerda al mundo y Kafka en la orilla. Su estilo ha sido clasificado de «Misterioso y surrealista», sin duda alguna, un autor al que merece la pena darle una oportunidad.
Pensamientos
1
Hablar sobre esta obra será algo difícil, por el hecho de no saber por dónde comenzar. Y no es que no sepa qué decir, porque sé qué decir, solo que no sé en qué orden. No sé si comenzar hablando del hecho de correr, del hecho de escribir o del hecho de vivir, aunque, supongo que, eventualmente, esto irá dándose por sí mismo, siempre las palabras toman su cauce, como el agua, y al agua nadie la detiene.
Es un libro extraño. Sí, definitivamente esa es la definición que puedo darle, que es un libro extraño. Pero no lo es porque sea difícil de entender o porque te muestre algo distinto o una verdad reveladora o porque su contenido sea raro, no. Lo es porque sus intenciones son sinceras, y muy pocas veces nos encontramos un libro de esas características. Es un libro que habla sobre el hecho de correr, pero no desde el punto de vista de varios competidores, sino de uno solo, su autor, Haruki Murakami, y cómo eso le ha traído una satisfacción plena a su vida.
Caería en la clasificación de «Memorias», porque a la larga eso son, memorias de un corredor. Habla sobre sus entrenamientos y cómo conlleva eso con su vida y obligaciones diarias. Toca temas como las distintas carreras en las que ha participado y cómo ha afrontado cada una de ellas, o al menos las más importantes. Y también habla sobre el hecho de escribir, que junto al footing, también es una parte fundamental de su vida.
2
No era la primera vez que leía este libro, sin embargo, si era la primera vez que lo terminaba. Y es que, a pesar de ser uno de mis autores favoritos, el libro se me hacía algo difícil de leer, pero no por su estilo, no, sino por su contenido. No terminaba de entender las intenciones de la obra, no comprendía lo que el autor quería decir con estas memorias, y no fue hasta que lo tuve en físico que lo comprendí, o al menos asumo eso.
Es una obra que habla sobre la vida y cómo esta es una carrera para todos, al fin y al cabo. Sí, es específica, habla sobre correr, así de sencilla, pero en ella el autor va mostrándonos cómo percibe la vida a su manera. Nos muestra lo que ha entendido del mundo, de la gente y de sí mismo, sobre todo de sí mismo. Es como un libro de autodescubrimiento, pero del autor, sin embargo, no está demás decir que uno se deja llevar por ciertas cosas que él nos va contando, como su manera de percibir la vida y cómo ha actuado ante ciertas cosas.
Y ahí radica una de las cosas más interesantes, porque a pesar de todo lo que habla, de todo lo que pregona, no te lo impone. No va y te dice que hagas las cosas, no, es más, a pesar de llevar más de treinta años corriendo, no te dice que lo hagas porque a él le ha funcionado, en realidad es todo lo contrario, y creo que es una de las mejores enseñanzas de toda la obra: Jamás le digas a alguien que corra si no ha nacido en esa persona el querer hacerlo. Y si lo vemos en prospectiva, creo que la vida es así de simple.
3
No hay necesidad de ir por ahí diciéndole al resto que te acompañe, ellos lo harán si desean hacerlo. Sí, puedes hablarles de lo que deseas, pero no pedir, cada quien se unirá o comenzará su causa por las causas propias, sin que alguien se las pida. De esa manera me vi comenzando a correr hace un mes. Sí, he comenzado a correr, y no, no porque lo dijera el libro, sino porque quise hacerlo, aunque cabe resaltar que alguien muy cercano me influenció porque comenzó a realizar una rutina de ejercicios propia. Pero no, me lancé a hacerlo porque me nació hacerlo, y porque sabía que me haría bien, y realmente es así.
En el libro vemos claramente cómo al autor, a pesar del dolor, le satisface el hecho de ir tirando de sí mismo, de ir avanzando por el espacio, de ir corriendo por el mundo. Lo mismo que he experimentado desde que comencé, y no es que haya sido la primera vez, ya un tiempo lo hice, pero lo dejé y no recuerdo por qué, pero he vuelto a comenzar, y aunque duele, como todo ejercicio, la vista es perfecta y la satisfacción es completa al final, tal como dice Murakami: «Ya no tienes que seguir corriendo.»
¿Y qué dice de la escritura? Pues, en resumen, que para él es como una carrera: «Una vez que empiezas, no hay que detenerse hasta terminar». Ha escrito varias novelas y relatos, alternando los últimos entre las primeras para no agotarse, porque escribir una novela, a la par de satisfactorio, es agotador. No he publicado alguna, pero créanme, lo sé. Y entiendo perfectamente eso que dice de no detenerse hasta terminar. Vas tirando contigo, con tu existencia y la de los demás y también con la de tu creación, vas arrancando trozos de ti y de la vida y los vas anexando a eso que ha germinado en tu cabeza, y al final, una vez que acabas, además de realizado, sabes que ya no tienes que seguir haciéndolo, porque terminaste.
4
Entonces, tenemos las memorias de un corredor novelista que nos cuenta cómo pasó de una vida tranquila y sedentaria, a una vida nómada y muy movida, aunque lo de movida ya la tenía, solo que en otro sentido. Y sí, todo ha sido para bien, desde el aspecto físico, hasta el aspecto personal. Ha conocido a muchas personas, ha conocido muchas partes del mundo y ha dado conferencias y entrevista a cientos de personas, tanto por lo del footing como por lo de novelista. En fin, las memorias de un corredor novelista.
¿Y qué pienso de todo esto? Pues, qué tiene razón. Para bien o para mal, el tipo tiene razón. Lo que ha escrito es sincero, ha intentado liberar su corazón y escribir sobre aquello que le apasiona, y eso es sincero en cualquiera de los casos, y esa es una manera sana de vivir, la mejor manera de vivir. Ha sido una experiencia muy interesante y a la vez divertida. Mientras corría, no evitaba pensar en todo lo que leía y me preguntaba si alguna vez llegaría a experimentar todo eso, y realmente no es algo que piense todo el tiempo, pero me siento bien cuando lo hago, hablo de correr y pensar.
He aprendido con el libro, he aprendido sobre el hábito de escribir y sobre el hábito de correr. En lo primero siempre he deseado estar metido, porque la literatura me fascina. Me encanta, simplemente la amo. En lo segundo, se me ha dado muy fácil y es bastante relajante, duele, pero como dije, al final la satisfacción te llena y te relaja. Siento que es un libro que todos debería leer en algún momento de sus vidas. No por el hecho de correr, no por el hecho de escribir, sino por el hecho de leer, que al fin y al cabo trae más aprendizaje, aunque eso sea más que obvio.
Conclusiones
No sé si la recomendación y reseña ha estado a la altura del libro, el cual no sé si sea un gran libro, pero en lo personal, me ha gustado tanto como me ha gustado escribir esto, que es, lo que creo, la mejor forma de vivir, haciendo lo que a uno le gusta.
¿Lo recomiendo? Adelante, tómenlo así, de todas formas, a eso venía, a recomendarles este libro, pero quería dejar en claro porqué lo hacía. ¿Les va a gusta? Pues no lo sé, eso ustedes lo decidirán, y sé que rompí eso de decirle a alguien que haga algo solo porque a uno le gusta, pero es que a veces es inevitable caer en eso, supongo que con la edad y el tiempo es algo que va manejándose mejor de lo que uno cree, y de nuevo estoy divagando.
Creo que ha sido la reseña más extraña que he escrito, pero es que el libro es extraño. No estoy muy seguro de sí expuse cada uno de los pensamientos que tenía respecto a la obra, pero en la medida de lo posible, intenté sacarlo todo, solo quise ser sincero, y creo que lo fui.
Por lo demás, espero que lo disfruten, si es que se lanzan a leerlo, y si ya lo hicieron, por favor escriban en los comentarios lo que les pareció, los leeré con gusto.
Puntuación: 9/10
Tres por la sinceridad, tres por la influencia y tres por el aprendizaje.
Y justo aquí debería cerrar todo esto con el comentario del vago de la esquina, porque ya es algo que ustedes conocen, y lo haré, pero esto estará dividido en dos partes, solo porque esos datos me han parecido interesantes y quiero compartirlos con ustedes.
No lo sé, los invito a aprender un poco más, o cómo diría el vago de la esquina: «No importa si no vivo mucho, pero mientras viva, quiero que al menos esa vida sea plena».
Datos Interesantes Sobre Correr
- La carrera Maratón, recibe su nombre por la gesta del soldado griego Fílipides, quien en el 490 a. C. murió de fatiga tras haber corrido 42 kilómetros y 195 metros desde Maratón hasta Atenas para avisar la victoria del ejército griego sobre los persas.
- La carrera desde Maratón hasta Atenas, realizada por Fílipides, ganó tanto reconocimiento que se olvidó, o al menos no se menciona mucho, que él había realizado otra gesta aun mayor, y es que, corrió desde Maratón hasta Esparta para pedir refuerzos, haciendo un total de 213 kilómetros.
- La marca de 42 kilómetros y 195 metros no fue impuesta en un principio cuando esta se anexó a los juegos olímpicos en 1896, como parte del programa de la celebración. Dicha marca fue impuesta por la reina de Inglaterra cuando ella misma quiso que la carrera acabara frente al Palacio de Windsor, quedando así como única marca oficial para la carrera de resistencia por antonomasia.
- Inicialmente, la Maratón era disputada por hombres, pero no fue hasta los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 1984 que la Maratón Femenina fue introducida en dicha competición.
- El lugar número uno para las maratones, o sea, la mejor marca de todos los tiempos, tanto hombres como mujeres, las tienen los kenianos Eliud Kipchoge, con 2 horas, un minuto y treinta y nueve segundos; Brigid Kosgei, con dos horas, catorce minutos y cuatro segundos.
- La carrera más larga. No es de extrañar que los seres humanos quieran hacerlo todo más grande, la torre más alta, el puente más largo, el texto más extenso. Pues en el ámbito de las carreras de fondo no iba a haber excepciones. Algunas de las carreras más largas son las siguientes: Espartatlón (246 Kms), Ultra-Trail de Mont Blanc (176 Kms), Maratón des Sables (250 Kms en 7 días a través de Marruecos, el desierto), y la más larga del mundo, la Transcendence 3100 Mile Race, la cual consta de 3,100 millas (5,000 Kms) en 52 días, o sea, 100 Kms por día.
- No tiene que ver mucho con el hecho de correr, pero va aquí porque también está presente en la competición. El Iron Man, la carrera de resistencia por antonomasia. 42.195 Kms de trote, 3.86 Kms de natación y 180 Kms en bicicleta, todo en menos de 17 horas. Sin lugar a dudas, algo para tortura la mente, el cuerpo y el alma.
Ahora sí, espero les haya enseñado algo nuevo esta vez. Hasta luego.