Buenas noches, buenos días, buenas tardes, no importa la hora a la que me leas, simplemente «Buenas», o «regulares», dependiendo de cómo te esté yendo. Estamos de vuelta con el capítulo de esta semana. El cual, si gustan de saber dónde se quedaron, pueden resumir haciendo clic aquí.
Para los nuevos, a quienes les recomendaron esta historia, pueden comenzar a leer desde aquí.
Mientras tanto, no los interrumpo más y los dejo continuar.
—Entonces, ¿Tenemos que viajar a otra isla para detener lo que está pasándole a Sidera Clara? —le preguntó Alex.
—Sí —le contestó Danny.
—No lo entiendo —le contestó Alex—, ¿Entonces por qué Sidera Clara es tan poderosa si su poder reside en otra parte?
Danny alzó los hombros y suspiró.
—Realmente, según lo poco que he leído, la isla dividió su poder para protegerse a sí misma, no sé qué tanto pueda darle La Luz del Faro, pero sé que es importante, al menos para la isla.
—No entiendo por qué las cosas tienen que ser así —respondió Alex, sentándose en el suelo—, ¿Y sabes cómo es ese viaje? ¿Nuestros antepasados volvieron a salvo?
—No estoy seguro. La información de la isla es bastante ambigua, no hay claridad, y si la hay, no es en un solo sentido, es interpretativa —les respondió Danny.
—¿Qué nos pasaría si no vamos? —le preguntó Lenibeth, una chica delgada y de cabello castaño y largo.
Danny suspiró.
—Realmente quisiera darles todas las respuestas a sus preguntas, de verdad, pero hay cosas que no sé, solo sé que debemos ir, aunque sea para salvar este pequeño hogar que nos acogió a su manera —les dijo el muchacho.
Miley frunció el ceño y luego alzó una ceja.
—¿Qué habrá que hacer? ¿Qué más encontraste? —le preguntó al chico.
Danny alzó la vista y la vio, ella le sonrió y el chico se sintió seguro, luego buscó en el libro.
—Bueno, tengo entendido que hay que buscar a la Isla Escondida, y esta no está a la vista, así como así, sin embargo, no es imposible encontrarla, Francis Drake, el pirata, pudo dar con ella, pero no encontró lo que buscaba y se fue. Es posible que podamos encontrarla también.
—Espera, ¿Dijiste Francis Drake? —le preguntó Miley—, ¿El pirata Sir Francis Drake llegó a Sidera Clara?
—No, no aquí, llegó a la Isla Escondida, recuerda que navegaba por estos lares. A lo mejor Sidera vio algo en él que le dio la posibilidad de entrar, pero no hasta su corazón, sino a uno de sus extremos, quizás por ello…
—De acuerdo —le contestó Miley—, ¿Y qué hay que hacer?
—Primero lo primero, decir que sí —le contestó Danny, mirándolos a todos.
—¿Cómo así? —le preguntó Cristal.
—Se supone que, bueno, según un antiguo texto: Aquellos que estén dispuestos de corazón, encontrarán al faro y su luz. No dice que tengan que decir que sí, pero, creo que, si no tienen ganas de estar aquí, no podremos hacer nada —les contestó Danny.
—Entonces… si digo que sí y no tengo ganas de ir, ¿No haremos nada? —le preguntó Mel frunciendo el ceño.
—Eso creo —le contestó Danny—, ¿No quieres ir? Puedes quedarte, si deseas.
—¿Me estás queriendo dejar fuera? —le preguntó Mel, sintiéndose algo ofendida.
—Yo no dije nada.
—Pero lo insinuaste…
—Lo que Danny quiere decir, es que si no tienes ganas, no encontrarás nada de lo que estás buscando, esta isla tiene sus cosas, no me extrañaría que algo así fuera real —le dijo Liz seriamente a Mel—, por favor, para con tanta negatividad y di sí quieres ir o no, pero no estés ahí intentando nadar en contra de la corriente.
Mel suspiró.
—Bien.
—¿Bien qué? —le preguntó Liz.
—Bien, iré.
—De mala gana ni la comida es buena —le dijo Liz.
—Cielo santo. Iré, ¿Okey? Estoy dispuesta a ir —le contestó Mel con seriedad y molestia.
—Bien, ¿Quién más se une? —les preguntó Liz a los demás.
—Yo —contestó Miley.
—Y yo —contestó Cristal.
—También yo, no tengo nada mejor que hacer, bueno, aunque lo tuviera, siempre me parece bien un viaje, porque vamos a viajar, ¿Verdad? Danny mencionó…
—Sí, Frank, vamos a viajar —le dijo Liz—, ¿Quién más?
Y Liz vio levantar la mano a todos los demás, contando a catorce personas en total, siendo quince con ella.
—Creo que, estamos todos, ¿No? —le preguntó Liz a Danny, mirándolo.
—Se supone —le respondió Danny.
—Aun así, no has dicho que hay que hacer… —le dijo Miley.
Danny miró el resto de papeles y luego se dejó caer de espalda, mirando al techo circular sobre su cabeza.
Debajo del cielo líquido,
Una montaña se alza a las estrellas,
Escondida del mundo está,
Para que nadie dañe su hermosa realidad.
Una luz en su interior guarda,
Dando calor y poder a todo a su alrededor,
Siendo que no hay dos sin tres,
Es necesario llegar a ella para obtener el poder.
Recitó Danny como si se tratara de un poema. Los demás lo miraron y luego miraron a Miley.
—Sinceramente, ha sido un día largo, me encontré la taza entre las viejas cosas de mi tatarabuelo, ya saben que me gusta siempre investigar sobre el pasado y me encontré con todo esto, una vez que empecé, no me detuve hasta terminar, estoy cansado, pero fue lo más interesante que vi, es posible que se oculte algo, pero la cabeza ya no me da para más, tal vez a ustedes sí, de todas formas, están tanto en esto como yo, solo les di la entrada… —les dijo Danny sin levantarse.
—Creo que ha sido suficiente información por un día —le dijo Miley en un suspiro.
—Ya es tarde, pero… no sé por qué no tengo sueño —le dijo Mady, otra de las chicas, al resto—, creo que todo esto me ha dejado… excitada. Esperen, esa fue una mala palabra.
—Descuida, te comprendo —le dijo Alex alzando los hombros.
—Y después dicen que son mentiras, lo que está a la vista, no ocupa lentes —les dijo Liz en una sonrisa.
—El que las usa, las imagina —le contestó Mady.
—Touché —le contestó Liz.
—Entonces, ¿Qué hacemos? ¿Nos vamos a descansar y volvemos aquí después o arrancamos esta misma noche? —preguntó Axel.
—Por mí parte, pueden dormir donde quieran, pero si deciden salir esta noche, les aviso que me dormiré un buen rato en el camino —les dijo Danny.
—No, no podemos salir esta noche, necesitamos un barco, materiales y mucha organización. Creo que una vez resolviendo eso, podremos salir de aquí —les dijo Giss pensando en lo del barco.
—De acuerdo, por lo de los materiales, creo que cada quien puede conseguir los suyos propios, materiales de supervivencia y eso, pero… ¿Y el barco? —les preguntó Miley.
—Creo que… ¡Ya vuelvo! —respondió Cristal de pronto, corriendo inmediatamente de ahí.
—Pero… ¿Qué? —preguntó Miley.
—¡Busquen sus materiales y lleven todo al puerto mañana a las diez de la mañana! Ahí tendremos nuestro transporte —les respondió la chica yendo hacia la puerta por donde entraron todos.
—¿Tienes un barco? —le preguntó Liz alzando una ceja.
—Ustedes decidan lo suyo, déjenme esa parte a mí, buenas noches, nos vemos mañana —y se perdió tras la puerta.
—Eso fue raro —les dijo Alex enseguida.
—Sí… —respondió Danny—, otra cosa más, y esto no es invención mía, según los registros, a esta empresa y los que la forman, se le llama La Comunidad del Faro. Así que, ahora son parte de la tercera generación, felicitaciones.
—Tú descansa —le dijo Miley—, nosotros veremos el resto.
—Buenas noches —les respondió Danny, cerrando sus ojos.
—Buenas noches —le dijo Miley, luego vio a los demás—, y ustedes, vayan a descansar, mañana nos espera un largo día, creo que, todas las dudas que tengamos, mañana las resolveremos…
—Bueno, eso iba a decirte, que siento que nos falta algo más, pero, supongo que mañana tendremos respuestas ¾le dijo Liz.
—O más dudas —agregó Giss.
—Bien, entonces nos vemos mañana —les dijo Mel, yéndose enseguida.
Y uno a uno, todos fueron yéndose, hasta quedar solo Liz, Miley y Danny.
—Danny… —le dijo Liz al chico.
—Dime —le respondió este con los ojos cerrados y echado en el suelo.
—¿Crees que esto nos ayude con nuestro bloqueo? —le preguntó la chica con cierto tono melancólico.
—Yo espero que sí —le respondió el chico en el mismo tono.
—Ya verán que todo saldrá bien. Esto será como en Piratas del Caribe, pura aventura —les dijo Miley—, iré a preparar mis cosas, tengo que ir lista.
—Bien, vamos —le dijo Liz, y ambas salieron de la habitación, dejando a Danny solo.
Se sentó en medio de la habitación y levantó la taza, mirándola.
—¿Por qué a pesar de lo positivo, siento que no tendremos un final feliz en esto? —le preguntó a la taza—, ¿Acaso hay algo más además del faro que le dé el poder a Sidera Clara? Y de ser así, ¿A dónde tendremos que buscar?
Puso la taza en el suelo y se puso de pie.
—Creo que mañana sabremos lo que nos depara el futuro y este viaje, solo espero que todo funcione —se dijo al salir de la habitación y apagar la luz, dejándolo todo a oscuras.
Mientras, en algún lugar, de unas cuevas, unos gritos y chirridos extraños se abrían paso a la noche.
Continuará…
Y eso es todo por esta semana, queridos lectores. De nuevo, espero que les haya gustado y que la recomienden a otras personas. Compartan, suscríbanse y no olviden dejar el «Me gusta», así como sus comentarios sobre qué les está pareciendo.
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Instagram Artístico / Miley Dávila
Y aquí me despido en palabras del vago de la esquina: «El universo es un sitio bastante amplio. Si solo estamos nosotros, me parecería un auténtico desperdicio de espacio.»