¡Buen día! ¿Cómo están, gente? Espero estén teniendo un fantástico día, y cómo dice el vago de la esquina: «¡Qué la fuerza nos acompañe!» Esta vez sí sé a qué se refería, aunque hoy me hizo pensar que quizás sabe más de lo que aparenta, algún día les hablaré largo y tendido sobre él, ahora, a lo que vamos
Como siempre, lo que leerán a continuación, es una opinión, nada más, no es algo absoluto, está disponible a discusión, y como digo desde que comencé, pueden vaciar sus pensamientos en la caja de comentarios, pero siempre con el respeto.
Hoy hablaremos de la primera película del #MoviesWorldWarChallenge, así es, 1917.
Quiero comenzar diciendo que es una película que ya había visto, lo hice cuando estrenó, por lo que, no era la primera vez que la veía, sin embargo, me pareció un interesante ejercicio mental revisar un filme tan exquisito como este, especialmente porque cada vez que la veo, comienzo a entender el por qué muchos dicen que es más un anecdotario que una película, y es que, para verlo así, hay que entender un par de cuestiones que se encuentran detrás de su realización.
La primera, tiene que ver con el hecho de que no es una sola historia en sí, sino una inspiración en muchas historias de La Gran Guerra, mismas que el abuelo del director, y escritor de la película, Sam Mendes, le contó cuando este era un pequeño. Y es que, si revisamos evento tras evento en la película, entenderemos que es así cuando lo desglosamos por argumentos en sí mismos, ¿Cómo así? Se preguntarán, bueno, para los que ya hayan visto la película, tomen cada escena y describan en una frase, o dos, la acción principal de dicha escena.
Ahí tenemos un anecdotario. Tenemos la historia de los dos soldados que atravesaron las tierras de nadie para descubrir que los alemanes les habían cedido terreno. La historia de dos soldados que entraron en las trincheras enemigas y casi mueren por las trampas que estos dejaron, o la vez que dos soldados salvaron a un alemán aviador que se estrelló luego de una batalla aérea contra dos aviadores británicos, o esa vez que un británico atravesó una ciudad en ruinas, llena de enemigos, y se salvó por los pelos lanzándose al río. La película, si bien te cuenta una sola historia en un plano secuencia, también te cuenta un conjunto de historias, mismas que el abuelo de Sam Mendes le contó a su nieto. Y es que, hay que entender algo, ningún soldado, por mucha mala suerte que tenga, será capaz de vivir tanto en un solo día. Schofield no es la representación de una sola persona, es la representación de millones, aquellos que pelearon sin querer, sin entender del todo por qué lo hacían.
La segunda, un poco más parecida a la primera, tiene que ver con el tratamiento del tiempo, y no solo del que transcurre en pantalla, sino del tiempo en el que transcurre la acción. La Primera Guerra Mundial, que ocurrió de 1914 a 1918, llamada en su momento La Gran Guerra, antes de que llegara La Segunda Guerra Mundial; cerca de ser el evento más mortífero de la humanidad, también fue el primer semillero de historias, historias de soldados y gente común compartiendo algo nunca antes visto, historias que nos mostraron de qué están hechos algunos hombres, los que están en el poder, esos que, como dice cierto personaje en la película: «Solo aman la guerra».
1917, de manera compleja, en un argumento sencillo, nos muestra de qué es capaz el ser humano con tal de conseguir lo que quiere, y con esto creo que estoy yendo muy lejos, porque la acción en pantalla solo nos muestra a dos soldados yendo de aquí para allá con una misión, entregar un mensaje y salvar a un batallón de la muerte inminente, pero los detalles que se esconden detrás de su camino, son los que nos dan ésta complejidad, como ese alemán al que salvaron de la muerte y no fue agradecido, los que ya la vieron lo entenderán, o eso de que los alemanes matan las vacas tras su huida, algo absurdo, en primera instancia, pero estratégico cuando lo vez por segunda vez. O ese momento en el que el protagonista está entregando el mensaje y su superior no quiere creer lo que pasa.
El tratamiento del tiempo en el que transcurre la historia, es lo que me hace pensar que es un anecdotario, porque una anécdota, así como te cuenta un suceso, también quiere contarte un aprendizaje, no como una moraleja, cuyo aprendizaje es más general, cosa que en la anécdota es más personal, porque la experiencia es distinta para cada uno. No todos viviremos la misma experiencia de la misma manera, y el protagonista del filme nos lo muestra.
Había hecho una serie de apuntes, mientras miraba la película, para hablar de cada aspecto de ella y dividirla en secciones, pero a medida escribía, las cosas no fueron como las había planeado, supongo que en eso tienen razón ciertos escritores cuando dicen que las historias se escriben a sí mismas, y creo que para este fin convenía dar mi opinión sobre el tema de esta manera.
En este momento estoy escuchando la banda sonora de la película, y pienso en cada una de las cosas que han marcado la historia, La Primera Guerra Mundial definitivamente fue una de ellas. Nos mostró de lo que los seres humanos son capaces con tal de demostrar que tienen la razón, así como las consecuencias a las que podemos llegar cuando no se piensan bien las cosas, y por ahí se asoma La Segunda Guerra Mundial. La Gran Guerra nos mostró también la hermandad y cómo puedes cambiar al mundo si te lo propones, como las treguas durante navidad en Las Tierras de Nadie, o los momentos en donde cada soldado soltó unas lágrimas por la pérdida de sus mejores amigos. Nos mostró que a veces se pelea por causas ajenas, y esto lo veremos muy seguido, gente peleando por una guerra que no es suya.
Esto me hace pensar mucho en el camino a pie y lo que tardaban en entregar un mensaje en aquel tiempo, en las vidas que se perdían en el transcurso, las que se perdían si no se llegaba en el momento oportuno, y estos pensamientos adquieren más sentido cuando pienso en las palabras de otro personaje de la película: «Solo hay una forma de parar esta guerra, el último hombre en pie, gana». Y es que así parece, año con año llega otra amenaza, otra discusión, una tontería absurda que podría desatar el fin de nuestros días tal y como los conocemos.
Siento que fue una buena idea comenzar con este filme el reto, y no porque yo lo haya hecho, sino porque, de esta manera, entenderemos a lo que nos depara el futuro, y como me dijo hoy el vago de la esquina: «Qué la fuera nos acompañe».
De esta manera concluyo mi opinión. Espero te haya gustado, de ser así, por favor comparte y sígueme para más contenido interesante. Nos vemos luego, cuídense y qué Dios les bendiga.
Puntuación: 9/10